Aquí, algunos consejos sobre lo que nunca pero nunca debe hacerse cuando la otra persona ingresa la contraseña y opera con su cajero o su cuenta de correo.
* Mirar fijamente la pantalla y decir: “¡Lindo monitor! ¿Cuánto te costó?”
* Preguntar: “¿Vos no deberías usar una contraseña segura?”
* Peor: “¿A ver si adiviné? ¿Tu clave es F2H19J?”
* Evite exclamar: “¡Increíble lo rápido que escribís la clave! Se ve que hace mucho tenés la misma”
* Tampoco algo como: “¡Uh, tu casilla está que explota, qué cantidad de mails que tenés!”
* Menos aún: “¡Mirá, te escribió Marcelita! Confesá, ¿pasa algo?”
* Y ni se le ocurra algo como: “¡Ah, mirá, usás la misma clave en el cajero y en el celular, qué loco!”
* Pero la realmente imperdonable sería: “¿Ayer tenías más plata en esa cuenta, o me equivoco?”